jueves, 30 de abril de 2009

MIS RECUERDOS


Recuerdo que cuando éramos niños… solo teníamos que vivir el día a día, sin preocupaciones, únicamente en centrarnos en ser felices…

Uno de mis mejores recuerdos, era cuando llegaba el viernes por la noche, y nos sentábamos todos alrededor de la mesa camilla del comedor para ver el 1,2,3. Quedarte hasta el final, y ver lo que se llevaban los sufridos concursantes era casi una de las mejores cosas de la semana. Ver después de cenar a Félix Rodríguez de la Fuente e intentar quedarte para ver el misterio que se escondía detrás de los dos dichosos rombos, señal inequívoca de que a continuación te mandaban a la cama…

Recuerdo que cuando era pequeña… me encantaba colorear y mi mayor preocupación era tener o no tener el lápiz de color adecuado para pintar mis dibujos. ¡Que difícil era hacer el color carne, antes de que Plastidecor lo inventara! Cuando tenías uno, lo guardabas como “Golum”: Mi tesooooro…

Recuerdo que de pequeña, tenía muchísimos amigos, todos eran mis mejores amigos. Jugábamos a policías y ladrones, a Tulipán, al churro media manga manga entera, al escondite (al español y al inglés), a la zapatilla por detrás, bote-botero, al cinto, a rescate, al balón prisionero… y tantos otros que llenaría una página entera. Y no conocíamos ni la PSP, ni el Ipod, ni la Play, ni nada, a lo sumo, teníamos un tablero de la oca con el parchís en el otro lado.

Recuerdo mis Nancys, Barriguitas, Barbis, Nenucos… y nuestra mayor diversión era vestirlas y desvestirlas para cada ocasión. Los recortables, el tente de mi primo, los discos vinilos pequeños que poníamos para cantar Karina, Los brincos… cuando salió el hula-hop, la boti-bota, los álbumes de cromos que salían en los danones…

Nuestro mayor deseo era comer gominolas, bocadillos de mantequilla con azúcar, ver series infantiles (La abeja Maya, Marco, Dartacan, Willy Fogg, Candy-candy, Dragones y Mazmorras…), ver Gabi, Fofó, Miliki y Milikito. Verano Azul era cita obligada todos los veranos… Cantar con Parchís, Los Nins, Enrique y Ana… acostarnos tarde, estar en la calle lo más que podías, diciendo a tu madre lo de 5 minutos mássss, cuando te llamaba por la ventana.

Y si se podía hacer todo a la vez, mejor que mejor.

Recuerdo los viajes en coche ¡Íbamos sueltos en el asiento trasero saltando y cantando !
¡Y eso no era peligroso! La gente andaba en bicicleta para allá y para acá, sin casco, guantes, rodilleras o coderas... y si te caías, pues te embadurnaban de Mercromina y listo. Bebíamos agua de una manguera, o de una fuente y no aguas minerales en botellas¨esterilizadas¨. Y que yo recuerde no se ha muerto nadie.

En el colegio, unos pasaban y otros repetían. Nadie iba por eso a un psicólogo o psicoterapeuta. No habia la moda de los superdotados, ni se hablaba de dislexia, problemas de concentración, hiperactividad. Quien no pasaba, simplemente repetía el curso y punto. Recuerdo las fiestas en mi colegio de salesianas con mucho cariño...

La maldad no existía o no la conocíamos como ahora, la venganza, la hipocresía, el sarcasmo, eran palabrotas de mayores, nuestra preocupación no era otra que jugar y jugar y mañana sería otro día.

Las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico pito pito gorgorito, donde vas tu tan bonito…

Las discusiones terminaban con: “piedra, papel o tijera”…

Llenar un frasco con piedras o trozos de vete tú a saber que, podía mantenernos felizmente ocupados todo un atardecer.

No era raro que tuvieras dos o tres “mejores” amigas, coleccionábamos cromos y los cambiamos con un simple sile, nole.

“Es muy viejo-a”, se refería a cualquiera que tuviera más de 16 años.

“Ladrones y Policías” era solo un juego para los recreos… y era mucho mas divertido ser ladrón que policía… me acuerdo que el cole jugaba a Los Ángeles de Charlie.

“El ultimo hace tal cosa…” era el grito que te hacia correr como una desaforada hasta que sentías que se te reventaba el corazón…

“Tu peor desilusión” era ser elegido ultimo para los equipos y juegos de tu escuela.

“Guerra”, solo significaba arrojarse trozos de tizas y bolitas de papel cuando la monja salía por la puerta de la clase.

“Las bombas de agua” eran la mas moderna, eficiente y poderosa arma que se había inventado.

“La guerra”, era algo que había sucedido antes de que naciéramos y que nunca volvería a suceder…

Los helados y chucherías constituían el grupo de los alimentos básicos y esenciales.

Los hermanos mayores, eran el peor de los tormentos, pero también eran los más celosos, fieles y feroces protectores…

Si puedes recordar la mayoría de estas cosas, entonces significa que realmente has estado VIVO

Por eso, os propongo no olvidarnos que antes fuimos niños, éramos buenos, vivíamos sin preocupaciones, sin ataduras.

Cada día que pasa y veo a mis hijos crecer, la niña que llevo dentro se manifiesta, quiere salir y aquellos recuerdos se agolpan en mi cabeza...

Supongo que en realidad nunca nos gustaría crecer del todo y conservar todos aquellos recuerdos de la infancia…

- “Tú la llevas!!!”
Basado en un texto de Manolo Benjumea.

martes, 21 de abril de 2009

TARTA DE 3 CHOCOLATES



La receta de esta tarta me la pasó mi vecina Sara, que siempre tiene ideas estupendas para la cocina... Es una tarta muy sencilla, se hace en media hora y el resultado merece la pena. A pesar de ser toda de chocolate, la mezcla de los 3 sabores hace que esta tarta esté exquisita, y gusté tanto a amantes del chocolate como a detractores del mismo, puesto que no empalaga en absoluto. Haced la prueba y sorprenderéis a vuestros amigos y familiares...

Ingredientes:


150 gr. de chocolate negro.
150 gr. de chocolate blanco.
150 gr. de chocolate con leche o con almendra o frutos secos.
3 sobres de cuajada.
150 gr. de azúcar.
750 ml. de nata.
750 ml. de leche.

Se pone al fuego un cazo con el chocolate blanco troceado con 75 gr de azúcar, 250 ml de leche (reservar un vasito) y 250 ml de nata. Cuando empiece a hervir y el chocolate se haya desecho por completo, añadimos un sobre de cuajada, (el sobre de cuajada, hay que deshacerlo antes en el vasito de leche, para que al añadirlo no salgan grumos). Cuando lo hayamos mezclado, se retira de fuego y sin dejar de remover veremos como se va espesando. Vertemos la mezcla en el recipiente donde vayáis a montar la tarta, llenano una tercera parte del recipiente. Este puede ser de cristal, una flanera, o incluso en moldes de flan individuales. Metemos el molde en el frigo, para que se cuaje.





Mientras repetimos la operación con el chocolate con leche. Cuando vayamos a verter la segunda capa de chocolate encima de la primera, tenemos que poner una cuchara debajo del chorro para que la fuerza de la caída no agujeree la capa de abajo.



Por último repetimos con el chocolate negro y dejamos que se enfríe por completo.



Es conveniente preparar unas horas antes o incluso el día anterior. Yo preparé un molde de cristal para que veáis como va quedando y en una flanera para presentarlo en la mesa; ya que las cantidades dan para mucho...